Según un memorando emitido el 12 de octubre por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, los agentes federales de inmigración pondrán fin a los arrestos masivos en sitios de trabajo de empleados inmigrantes sospechosos de vivir en Estados Unidos sin permiso legal.
Ahora en vez de buscar inmigrantes indocumentados, buscan desplazar la búsqueda de “empleadores sin escrúpulos que explotan la vulnerabilidad de los trabajadores indocumentados” y enfatizará la lucha contra el abuso de los trabajadores, incluido el pago de salarios deficientes, condiciones laborales inseguras y trata de personas.
En el memorando se especifica que dentro de dos meses los jefes de Inmigración y Control de Aduanas, Servicios de Ciudadanía e inmigración y Aduanas y Protección Fronteriza deben elaborar un plan en el que se aumenten las sanciones a los empleadores, animar a los trabajadores a denunciar prácticas inescrupulosas y coordinar con otras agencias como el Departamento de Trabajo.
Este tipo de redadas eran defendidas durante la administración del ex presidente Trump y otros mandatarios republicanos como fuertes disuasivos contra la inmigración ilegal, mientras que los equipos de trabajadores las calificaron de injustas y discriminatorias. Un ejemplo claro de ello, fue cuando 680 trabajadores latinos fueron arrestados en plantas de pollo dirigidas por organizaciones como Koch Foods, con origen en Illinois.
Nadia Marín Molina, directora ejecutiva de la Red Nacional de Organizaciones de Jornaleros afirmo: “Ya es hora de que el Departamento de Seguridad Nacional de los EE.UU. deje de permitir a los empleadores que usan la amenaza de deportación como una herramienta para facilitar la explotación y evadir la rendición de cuentas” … “Los trabajadores inmigrantes mantuvieron las luces encendidas en este país durante una pandemia, y el gobierno esencialmente les dijo que debían trabajar hasta la muerte sin derechos básicos para que otros pudieran vivir”.