Mientras avanza la Cumbre de las Américas, una caravana de migrantes se dirige a Estados Unidos.
Un grupo de unas 14.113 personas aproximadamente partió el lunes de la ciudad de Tapachula, en el sur de México hacia Estados Unidos, este número es incierto y no verificado por fuentes oficiales. Sin embargo, de acuerdo con El defensor de migrantes y director del Centro de Dignificación Humana (CDH), Luis Rey García Villagrán, “Nosotros tenemos una base de datos con 14.113 inscritos, entre los cuales van más de 3 mil niños, 126 mujeres embarazadas y más de 70 discapacitados adultos.”, se estima que la mayoría de las personas son ciudadanos venezolanos, pero, también hay centroamericanos, cubanos, haitianos y gente que se va sumando mientras avanzan.
A diferencia de otras caravanas similares que salieron de Tapachula rumbo a la Ciudad de México a presionar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que les otorgue visas humanitarias y permisos de trabajo, esta vez los inmigrantes tienen otro objetivo: llegar hasta la frontera sur de Estados Unidos y pedir asilo.
Son personas que están huyendo de su país de origen a causa de diversos factores, entre ellos violencia, pobreza, cambio climático, corrupción de gobiernos, narcotráfico y crimen organizado.
La caravana tiene como objetivo llegar a Estados Unidos, aunque en México la dependencia, que opera bajo el mando de la secretaría de Gobernación, pidió a los inmigrantes inscribirse y solicitar el estatus de refugiado ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), la respuesta de la mayoría de los migrantes fue no, ya que sienten que el sistema implementado por este país no funciona, no obstante, hay migrantes que están realizando el trámite sin tener algo claro aún.
“Es un tapón, un nudo humano. La COMAR demora meses en otorgar una cita y luego el Instituto Nacional de Migración demora otros meses en otorgar documentos. En todo ese tiempo de espera los inmigrantes se quedan, muchas veces tirados en las calles y en las ciudades más pobres de México”, agregó García Villagrán.
Un tiempo de espera, en el cual el trabajo es limitado o escaso, pero los gastos por comida, vivienda, entre otros no se detienen. Las caravanas de migrantes salían de Tapachula con regularidad durante el año pasado, aunque la de esta semana parece ser una de las más grandes. Esta ciudad, ubicada al otro lado de la frontera con Guatemala, es una estación de paso popular para los migrantes que viajan desde Centroamérica.
Por otra parte, los activistas que acompañan al grupo destacaron que uno de los objetivos es llamar la atención de los líderes de América sobre las necesidades de quienes huyen de sus países. Finalmente, la caravana avanza sin importar la adversidad del terreno, las incesantes lluvias o el calor que dificulta el progreso.
Noticia realizada con información de: Univisión y CNN.