La vida para Raúl Rodriguez, cambió en el 2018, cuando los investigadores federales le mostraron un certificado de nacimiento mexicano con su nombre. Allí, Rodriguez entendió que el certificado de nacimiento estadounidense que había usado durante décadas era fraudulento. Él no era ciudadano estadounidense. Era inmigrante indocumentado.
Según sus estimaciones, ayudó a deportar a miles de personas mientras trabajaba para CBP y, antes de eso, para el Servicio de Inmigración y Naturalización. De repente, se encontró en el extremo opuesto del espectro, luchando por la oportunidad de quedarse en USA. * la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU (CBP)
Después de ponerlo en licencia durante la investigación, Rodríguez dice que la CBP lo despidió en 2019 porque no era ciudadano estadounidense y, por lo tanto, ya no cumplía con los requisitos para trabajar como agente.
Pero ahora, casi cinco años después, Rodríguez, de 54 años, dice que se da cuenta de que también ganó algo sorprendente después de ese momento en que supo que no era ciudadano estadounidense.
Rodríguez afirma que el día que recibió esa visita, puso en tela de juicio, quién era en realidad y por qué su padre, no le había indicado sobre la verdad de su certificado de nacimiento.
Para Rodriguez no es del todo claro como luego de años de verificaciones de antecedentes federales nunca dieron como resultado su certificado de nacimiento mexicano. Solo salió a la luz cuando Rodríguez presentó una solicitud de visa para su hermano.
La juez había dicho que planeaba fallar a su favor y otorgarle la cancelación de la deportación, un paso clave que le permitiría a Rodríguez convertirse en residente legal de Estados Unidos. Pero aún había una trampa: la ley permite que solo se aprueben 4.000 de esos casos cada año, por lo que, una vez más, Rodríguez tendría que esperar.
Podrían pasar años antes de que tenga un documento que declare que está legalmente en el país, y años después hasta que pueda convertirse en ciudadano estadounidense. Todos los días, Rodríguez consulta el sitio web de la corte de inmigración para obtener más información. Y todos los días ve la misma palabra que describe su caso: “pendiente”.
Fuente: CNN en español, por Catherine E. Shoichet