Representantes estadounidenses y cubanos se reunieron el jueves en Washington para conversar sobre migración.
Este suceso ha sido considerado como el primer encuentro bilateral de alto nivel desde que Joe Biden llegó a la Casa Blanca y desde que las negociaciones sobre este tema fueron interrumpidas en el año 2018. La delegación estadounidense estuvo encabezada por Emily Mendrala, subsecretaria de Estado adjunta de Washington para Asuntos del Hemisferio Occidental y la de Cuba fue liderada por el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossio.
Aunque se esperaba que dialogarán diversos temas que tensionan las relaciones entre los países. Las conversaciones se centraron en las formas de abordar la inmigración ilegal, los cambios en las tendencias migratorias, las deportaciones y las funciones de las embajadas, añadió el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
En referencia a esto, según la oficina de Aduanas de Estados Unidos, desde octubre de 2021 hasta marzo de 2022, más de 78.000 cubanos entraron al país por la frontera con México, es decir, el doble de los que abandonaron la isla durante la llamada «crisis de los balseros», en 1994.
Las tensiones entre Washington y La Habana sobre la represión de las protestas ocurridas en julio del 2021 por parte del Gobierno cubano, dejaron como resultado un muerto, decenas de heridos y 1.395 detenidos, las sanciones estadounidenses a la isla y otras problemáticas han dificultado la cooperación entre los países en desafíos como la inmigración. Pese a ello, se ha subrayado la predisposición por parte de las delegaciones de entablar un diálogo directo e integral.
«Discusiones sobre una migración segura, ordenada y legal siguen siendo de primordial interés para Estados Unidos», dijo Price a los periodistas. Igualmente, el deseo de «fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba».
Sin embargo, la delegación cubana, «reiteró su preocupación por las medidas del gobierno estadounidense que estimulan la migración, impiden la migración legal y ordenada, y generan las condiciones socioeconómicas que incitan a la emigración. Recalcó que estas medidas, entre ellas las asociadas al reforzamiento extremo del bloqueo económico, provocan pérdidas de vidas y la comisión de delitos de tráfico ilícito de migrantes, fraude migratorio y trata de personas, situación que afecta a los dos países y la región.», esto según un comunicado difundido por la cancillería.
Insistió asimismo en que Washington tiene «la obligación» de emitir 20.000 visas anuales a cubanos para emigrar a Estados Unidos en virtud de un acuerdo «que se está incumpliendo desde 2017».
A propósito del tema del visado, en marzo se hicieron los primeros anuncios de lo que sería nuevamente la emisión de visas en Cuba, pero, no se concretó fecha fija. Por el contrario, en la reunión del jueves se habló de «los servicios consulares en la embajada de Estados Unidos en La Habana, para incluir la reanudación de los servicios de visas de inmigrantes de forma limitada a partir de mayo y la emisión actual de visas de emergencia para no inmigrantes», detalló el departamento de Estado de Estados Unidos en el comunicado emitido posterior a la reunión.
Como se puede evidenciar, después de la reunión, los dos países emitieron sus respectivos comunicados en los cuales dieron a conocer algunos acuerdos alcanzados y planteamientos. Adicionalmente, en el mismo documento emitido por el departamento de Estados Unidos, se planteó que las conversaciones sobre migración, «brindan la oportunidad de discutir sobre la implementación mutua de los Acuerdos Migratorios (compuestos por una serie de acuerdos bilaterales entre los Estados Unidos y Cuba realizados en 1984, 1994, 1995 y 2017)»
Por su parte, Cuba reiteró que «Estados Unidos debe cesar de obstaculizar y violar los derechos de los cubanos a viajar a terceros países del área» y reclamó «el cumplimiento de los acuerdos migratorios bilaterales en su integralidad y no selectivamente».
Finalmente, aunque la reunión es un avance a los casi cuatros años sin diálogos por partes de estos países, también se dió para reprochar los acuerdos que han incumplido, Cuba reprocha a Estados Unidos el no cumplir con sus compromisos en cuanto a los visados y Washington denuncia que La Habana no ha aceptado ninguna deportación de cubanos desde el pasado octubre mediante vuelos comerciales o chárter desde territorio estadounidense. Se espera que las conversaciones ayuden a trabajar conjuntamente y lograr objetivos que beneficien a los migrantes y a los países.
Noticia realizada con información de: El Economista, France 24 y On Cuba news.