Un esfuerzo agresivo por despejar a más de 15.000 migrantes haitianos de manera rápida del campamento improvisado en Del Río, Texas, ha sido parte de una respuesta radical y contradictoria del presidente Biden y su promesa de mejorar el plan de inmigración en Estados Unidos.
La estrategia usada por Biden, fue llevar agentes al área Del Río, Texas, respaldados por una regla de inmigración de salud pública invocada por Trump para deportar a muchas personas a sus países de origen.
El procedimiento parece sacado de una película de terror. La portavoz del mandatario Biden afirmo que las escenas de los agentes a caballo eran «horribles» y no «aceptables ni apropiadas». Sin embargo, las deportaciones son un claro ejemplo de cómo Biden, quien declaró el 2 de febrero que su objetivo era «deshacer la vergüenza moral y nacional de la administración anterior», está implementando algunas medidas más agresivas contra la inmigración de Trump durante los últimos cuatro años.
Habiendo fracasado en sus intentos de edificar un grupo de leyes de inmigración más «humano», Biden ha reaccionado de una forma que pocos de sus partidarios esperaban.
La iniciativa en un principio fomentada por Joe Biden sobre reformar integralmente las leyes de inmigración, ha sido un infortunio por la decisión del Senado el domingo. En cierta medida el conflicto que confronta Biden esta relacionado con los esfuerzos por utilizar el poder de su oficina para promulgar un cambio migratorio duradero, el cual, fue bloqueado por jueces federales escépticos del poder ejecutivo y frenado por una burocracia deliberadamente obstaculizada por el ex mandatario Trump.
Mientras intentan mantener las obligaciones humanitarias de Estados Unidos con los migrantes que huyen por la falta de oportunidades laborales, dificultades económicas, inestabilidad política y violencia, Bien sigue luchando para revolver un desafío que han enfrentado presidentes de EE.UU. durante décadas.
La noticia ha sido creada a partir de The new york times: https://nyti.ms/39MC4KE